"Nada es más útil al hombre que aquellas artes que no tienen ninguna utilidad."_____________________________ Ovidio

˜Lo que olvide recordar˜

viernes, 16 de abril de 2010

You don't always get what you want: Los Flanders

viernes, 16 de abril de 2010



¿Quién es Ned Flanders?

Cualquiera que no haya estado oculto debajo de una roca durante los últimos 20 años reconocerá al instante el nombre de Ned Flanders. Ned es un hombre apacible y temeroso de dios (rayando en los límites de lo enfermizo), de quien se podría decir es el vecino perfecto. El problema es que Homer no parece estar de acuerdo con lo anterior, demostrando frecuentemente un odio profundo hacia su vecino. Pareciera ser que el odio de Homer hacia Ned se fundamenta principalmente en la envidia, razón por la cual emplea cualquier oportunidad que se presente para aprovecharse del pobre Flanders, quien usualmente acepta resignado (como todo buen cristiano debiera obrar).
Aunque su vida emana un halo de perfección y esencialmente Flanders es un buen tipo, siempre noté que el odio de Homer hacia Flanders se convertía en el mío propio. No puedo evitar alegrarme cada vez que alguna extraña desgracia le ocurre al santurrón de Flanders. Tampoco puedo evitar pensar que probablemente esa fuera la intención para tan peculiar personaje, constituyéndose en el punto máximo la muerte de su querida, casi clónica esposa, por la cual Homer no alberga ni el mínimo sentimiento de culpa.




¿Cuantas veces no hemos observado con recelo el éxito de otras personas codiciándolo en secreto? ¿Cuantas veces no nos hemos alegrado con la desgracia ajena? Y es que realmente muchas veces parece cumplirse el dicho que reza : “el pasto siempre parece más verde del otro lado de la cerca”.

Los Flanders de la vida real:
Lamentablemente los Flanders se hayan entre nosotros, todos hemos conocido a alguno de carne y hueso, incluso puede que tu querido lector seas uno sin siquiera saberlo.
La principal característica de un Flanders es su fe ciega en la bondad del ser humano, lo cual los llevará a cometer acciones “desinteresadas”en favor de su prójimo sin importar el costo, el riesgo y la aparentemente nula retribución. Usualmente estos personajes confían en una especie de justicia divina, karma, ley de tres o cualquier nombre que se les ocurra para designar una fuerza mística que le brinda orden y balance al universo. Es así que el Flanders buscará cualquier oportunidad para hacer el bien con la esperanza de que el universo le premie de alguna determinada manera, y no solo eso si no que el Flanders disfrutará muy a lo interno de su ser cualquier halago le dediquen a sus actos de “altruismo”. Esperar una consecuencia positiva para uno en virtud de una acción positiva llevada a cabo por uno no es altruísmo, es interés, lo cual no es ni de cerca lo malo que una serie de instituciones sociales te han hecho creer durante toda tu patética existencia.

A todos estos Flanders les tengo un pequeño secreto: ¡La justicia divina no existe! Por supuesto, el karma tampoco existe. Para probarlo solo hace falta un poco de sentido común. Si existiera alguna especie de fuerza mística que nos premiara o nos castigara según nuestras acciones entonces el mundo no estaría tan jodido evidentemente lo está. Los ricos no seguirían acumulando y los pobres vivirían existencias plenas al estilo de las películas de Disney. Tampoco quiero decir que la riqueza sea sinónimo de bienestar, pero, no seamos hipócritas como para no reconocer que el dinero aliviana la vida bastante. El hecho de que gran parte de la riqueza(creada por lo general a partir de la miseria de otros) se concentre en manos de muy pocos, mientras que en alguna otra parte perdida del mundo exista un continente casi completo cuyos habitantes tengan que sufrir de vidas miserables sin la posibilidad más remota de aspirar a algo mejor no parece digno de ninguna justicia divina. Es así, mi querido amigo, que si tienes el valor de abrir los ojos y observar a través de la ventana de tu pequeño mundo, y aún así sigues confiando en algún fetiche místico de justicia pues no me queda más remedio que tacharte de idiota. La creencia en la justicia divina es sin duda uno de los elementos que más confianza le da a los Flanders.
La creencia en sistemas como el Karma no es enteramente negativa. Mientras los Flanders sigan creyendo en esa tontería los Homers del mundo seguiremos encontrando personas de las cuales aprovecharnos. Los Flanders son toda una mina si sabes como explotarlos.Un Flanders ignorará sus deseos si estos interfieren con los de alguien más. El ascenso, la chica, el dinero, la fama, todo se encuentra a tu alcance si tu competidor es un Flanders. Sabes que no eres un Flanders cuando logras identificar lo que quieres para ti y no te importa aplastar a cuantas personas sea necesario para conseguirlo.

La aprobación resulta ser un aliciente importante para cualquier Flanders, motivo por el cual buscará cualquier ocasión de hacer públicas sus buenas acciones, y lo que es peor, asumiendo al mismo tiempo una posición de falsa modestia. La situación se torna peor si se atreven a desplegar su inagotable catálogo de historias tristes. Dichos relatos suelen ser fantasías épicas de superación (inspirados probablemente por toda la onda de autoayuda) que buscan provocar la lástima de los oyentes, aún más si el público se constituye en su mayoría de mujeres. El Flanders procurará fascinarnos con un tedioso relato en el cual mediante el esfuerzo y la disciplina ha logrado superar los múltiples retos que ha debido enfrentar, intentando dejar en ridículo a quienes han debido esforzarse menos por obtener más o menos lo mismo. Quizá esto sea lo que más me fastidie de estos nefastos individuos.

Flanders del mundo les tengo otro secreto por el cual tampoco les cobraré. A nadie más que a ti mismo le importan tus estúpidos problemas. Tampoco siento que tenga que sentirme menos por no haber nacido en otras circunstancias menos favorables que las tuyas, ya que esas condiciones son fruto del azar. Flanders, si tus amigos sienten simpatía, obviamente producto de la lástima, prefiero no ser como tú. Prefiero sinceramente estar con personas que puedan tolerar tanto lo positivo que allá en mí así como lo todo lo corrupto, aunque supere en mucho lo segundo a lo primero. Puede que algún día en una sociedad completamente flanderizada el esfuerzo se premie del mismo modo que los logros, y espero sinceramente no vivir para ver ese día. Solo imaginen lo que sería ver un premio de la academia por el filme en el que sea evidente el mayor esfuerzo.

Los Flanders son seres enfermos, falsos y frustrados, que envidian e intentan destruir de la manera más sigilosa posible a los Homers del mundo, personas que a diferencia de los Flanders no temen expresar su opinión por más políticamente incorrecta que sea, ni que tampoco sienten la necesidad de ocultarse detrás de una sonrisa amable y un estúpido bigotito.

Para despedirme querido lector, me gustaría invitarte a que nos cuentes tus experiencias respecto a los Flanders, ya sea que conociste a alguno o que en algún momento fuiste uno de ellos.

Kiba
A friend of the Devil is a friend of mine

1 comentarios:

ImTheNightmare dijo...

mae esta excelente la vara... como los flanders condicionan su vida para hacer el "bien"... esperando, aunque sea de forma mas implícita una recompensa o adulación por parte de los otros... di mae el sistema recompensa-castigo es lo que vino a dejar todos los flanders, y lo peor q tratan de ridiculizar a quienes creen menos sufidos que ellos... yo aprecio sus actuaciones corruptas haha mae me dio mucha risa la parte de "no me queda más remedio que tacharte de idiota" pense oh emma eres todo un homer!!!

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